domingo, 22 de agosto de 2021

Como fijar metas y objetivos con la garantía de éxito de un 100%, al estilo de Anthony Robbins

 Del libro poder sin límites de Tony Robbins

Vivir como uno desee: sólo eso merece llamarse éxito. Christopher Morley.

No hay personas perezosas, sino personas con objetivos impotentes: esto es, objetivos que no les proporcionan inspiración. Anthony Robbins.

Unos objetivos limitados dan lugar a vidas limitadas. Así que debe elevar sus aspiraciones cuando disponga a fijarse objetivos.

Bienvenidos a esta nueva entrada soy Gabriel Ortiz, en esta ocasión quiero hablar sobre la fijación de metas, me parece un tema sumamente importante porque es algo que casi toda la gente se plantea en algún momento de su vida, pero es algo que en la mayoría de los casos se dejan al poco tiempo de haberlas planteado, incluso hay quienes ni si quiera comienzan a poner manos a la obra en ellas.

Es sumamente importante que todos nos propongamos metas y objetivos, pero ten en cuenta que unos objetivos limitados, dan lugar a resultados limitados. Por eso tienes que elevar tus aspiraciones cuando te plantees fijar metas en tu vida.

El autor Anthony Robbins nos habla de que antes de plantear tus metas formules en tu mente los desenlaces que deseas obtener con ellas, para que te sea más fácil lograr ese objetivo.


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Al formular sus desenlaces, siga estas cinco reglas:

1.       Describa el desenlace en estilo afirmativo. Diga lo que le gustaría ver realizado. Demasiado a menudo, la gente se reduce a expresar lo que no desearía que ocurriese.

2.       Sea concreto. Defina su desenlace con todos los detalles de vista, oído, tacto y olfato. Ponga todos los sentidos en la descripción de lo que desea. Cuanto más sensorialmente rica sea la descripción, más facilita al cerebro la creación de lo que uno desea.

3.       Prevea un procedimiento de verificación. Prevea lo que verá, sentirá y oirá, tanto dentro de sí mismo como en el mundo exterior, cuando se haya producido ese desenlace. De lo contrario podría suceder que el mismo se presentase sin que usted se diera cuenta. Puede uno ir ganando y creerse perdedor si no lleva el control del tanteo.

4.       Compruebe la situación. Cualquier desenlace debe ser iniciado y promovido por usted, ya que no puede esperar a que otras personas decidan cambiar para hacerle feliz. Asegúrese de que el desenlace elegido refleja cosas en las que usted pueda influir personalmente.

5.       Compruebe si su desenlace es ecológicamente sensato y conveniente. Proyecte hacia el futuro las consecuencias de su objetivo actual; el desenlace debe ser tal que le beneficie a usted y a las demás personas.

Todos tenemos alguna idea de las cosas que deseamos. Algunas están definidas de una manera vaga: más amor, más dinero, más tiempo para disfrutar la vida. Sin embargo, para que nuestras biocomputadoras se pongan en condiciones de crear un resultado, se necesita algo más concreto que un nuevo coche, una nueva casa o un empleo mejor.

Permítame aclararlo mediante una sencilla metáfora física. Se trata de un experimento. Póngase en pie con los pies un poco separados, las puntas hacia delante. Levante ambos brazos frente a sí y hasta que estén paralelos al suelo. Haga ahora un giro de cintura a la izquierda, lo máximo que pueda, y señalando con el dedo. Fíjese en el punto de la pared a donde apunta su dedo, para que le sirva como referencia de la máxima torsión alcanzada. Ahora vuelva a la posición inicial, cierre los ojos y repita mentalmente el giro, sólo que imaginando que esta vez la torsión llega mucho más lejos. Ahora abra los ojos y realice físicamente lo que había imaginado. Observe lo que ocurre. ¿No ha llegado más lejos esta vez? Naturalmente. Se ha creado una realidad externa por el procedimiento de programar previamente el cerebro para inducirle a rebasar su límite.


Imagine que va a hacer lo mismo con su vida. A partir de ahora, usted será el creador de su vida tal como lo desea. Normalmente el la vida sólo había llegado usted a tal y tal punto, pero ahora se va a crear en su mente una realidad superior a cuanto haya experimentado en su pasado. Y luego pasaremos a exteriorizar esa realidad interna.

1. empiece por un inventario de sus sueños, de las cosas que desea tener, hacer, ser y compartir. Es cuestión de crear las personas, los sentimientos y los lugares que uno desearía formaran parte de su vida. Siéntese ahora mismo, tome su papel y póngase a escribir. La clave consiste en comprometerse a no dejar de mover el bolígrafo durante un tiempo no inferior a diez o quince minutos. No intente definir de antemano cómo se llegará a ese resultado. Escríbalo. No hay límites. Abrevie cuanto le sea posible a fin de pasar en seguida al objetivo siguiente. Que el bolígrafo no deje de escribir ni un solo instante. Tómese en tiempo necesario para redactar una relación extensa de las salidas relacionadas con el trabajo, la familia, las relaciones, los estados mentales, emocionales, sociales, materiales, físicos, etcétera. Considérese como un rey. Recuerde que no hay nada que no esté a su alcance. Conocer el desenlace es la primera clave para llegar a él.

Otra clave para establecer metas y objetivos es jugar. Deje vagar su mente con libertad. Las limitaciones que tenga usted son las que usted mismo ha creado. Escriba su lista ahora mismo.

2. Repase la lista que acaba de escribir y calcule cuándo piensa alcanzar esos desenlaces: dentro de seis meses, dentro de un año, de dos años, de cinco, de diez, de veinte. Conviene definir el marco temporal en que se mueve uno. Vea cómo ha quedado su lista ahora. Algunas personas descubrirán que predominan en su lista las cosas que han de cumplirse inmediatamente; otros verán que sus mayores deseos sitúan en un futuro lejano, en una época imaginaria y distante de plenitud y satisfacción totales. Si todos nuestros objetivos son a corto plazo, convendrá definir algunas etapas intermedias que nos vayan marcando la dirección hacia la que pensamos caminar.

3. Seleccione los cuatro objetivos que más considere importantes para el año en curso. Escoja lo que más le interese y estimule, aquello cuyo cumplimiento le proporcionaría la mayor satisfacción. Ahora escriba por qué esta completamente decidido a conseguirlo. Que sean razones claras, concisas y positivas. Dígase a usted mismo por qué está seguro de poder conseguirlo y qué importancia tiene conseguirlo.



Si somos capaces de hallar razones suficientes para hacer algo, tendremos el móvil para emprender cualquier cosa. La decisión de hacer algo es un motivador mucho más poderoso que el propio objetivo perseguido.

El que tiene razones suficientes puede hacer casi cualquier cosa en este mundo.

4. Ahora que tiene usted una relación de sus metas principales, compárela con las cinco reglas para la definición de desenlaces. ¿Están expresadas en modo afirmativo? ¿Contienen las especificaciones sensoriales? ¿Se dispone de un procedimiento de verificación? Describa lo que sentirá usted cuando haya obtenido el éxito. En términos sensoriales exactos, ¿qué verá, oirá, sentirá y olerá? Vea también si puede responsabilizarse de todos sus objetivos: ¿son ecológicos y deseables para usted mismo y para los demás?

5. Haga una lista de los recursos principales de que dispone. El que emprende una construcción necesita saber que herramientas tiene. Lo mismo usted debe hacer para construir una visión poderosa de su futuro. Así pues, póngase a escribir una lista de lo que cuenta a su favor: los rasgos de carácter, los amigos, los recursos financieros, la formación, el tiempo, las energías, todo. Se trata de un inventario de nuestros puntos fuertes, nuestras aptitudes, nuestros recursos y herramientas.

6. Recuerde las épocas en las que utilizó usted más habitualmente algunos de esos recursos. Retorne a las tres o cuatro ocasiones de su vida en que conoció usted un éxito completo, bien en el campo profesional, en los deportes o en el ámbito financiero. Puede ser cualquier cosa, desde una gran jugada de bolsa hasta una maravillosa tarde en compañía de sus hijos. Escríbalo. Describa lo que hizo para que fuera un éxito, qué cualidades o recursos puso en marcha y que rasgos de la situación le hicieron pensar que fue un éxito.


7. Describa que clase de persona debería usted llegar a ser para conseguir esas metas que se ha propuesto. ¿Se necesitaría mucha disciplina, o mayores conocimientos? ¿tendrá que aprender a administrar su tiempo? Por ejemplo, si ambicionara convertirse en un líder publico realmente influyente, describa que tipo de persona consigue verdaderamente hacerse elegir y ejercer una influencia verdadera sobre un gran número de sus conciudadanos.

Deténgase y escriba un par de párrafos o una página, sobre todos los rasgos de carácter, las aptitudes, las actitudes, las creencias y las disciplinas que, a su modo de ver, debería poseer como persona para obtener todo lo que desea. Tómese su tiempo para hacerlo con todo al detalle.

8. Escriba en pocos párrafos qué le impide ahora mismo alcanzar las cosas que desea. El camino para superar las limitaciones que usted mismo ha creado pasa por saber cuales son. Haga una disección de su personalidad para averiguar qué le retiene. ¿Es la inexistencia de un plan? ¿Es la falta de acción pese a haber formulado planes? ¿Intenta usted emprender demasiadas cosas al mismo tiempo, o se fija demasiado en una sola cosa, de manera que pasa por alto las demás?

Es indispensable continuar hoy mismo con ese análisis retroactivo hasta encontrar lo que podemos hacer hoy mismo para fomentar la consecución de ese objetivo. Lo que podríamos hacer hoy mismo quizá consista en abrir una cuenta de ahorros, o en adquirir un libro que nos explique algunas estrategias financieras de los triunfadores de nuestra cultura.

9. Tómese el tiempo para examinar cada uno de sus cuatro objetivos principales y crear el primer borrador de un plan paso a paso para conseguirlos. Recuerde hay que empezar por la meta y plantearse: ¿qué debo hacer primero para llegar a esto?, o ¿qué me impide tenerlo ahora mismo, y en que debo modificarlo? Asegúrese de que sus planes especifiquen alguna cosa por la que pueda comenzar hoy mismo.

10. Plantéese varios modelos. Lo mismo valen personas de la vida real que los famosos que han obtenido grandes éxitos. Anote los nombres de tres, cuatro o cinco personajes que hayan alcanzado lo que usted desea, y defina en pocas palabras las cualidades y los comportamientos que hicieron de ellos unos triunfadores. Hecho esto, cierre los ojos e imagine que cada una de estas personas va a darle un consejo que le ayudará a conseguir sus objetivos. Escriba una idea principal que cada uno de estos ejemplos podría darle si tuviera ocasión de hablar con ellos personalmente. Quizá se trate de cómo evitar un obstáculo habitual, o cómo superar una limitación, o de cosas que le conviene atender o prestar atención. Imagine que hablan con usted y anote bajo el nombre de cada uno la primera idea que se le ocurra respecto a lo que le dirían.


Ahora que tenemos una representación interna clara sobre adónde queremos ir, podemos ahorrar tiempo, energía y desvíos por caminos equivocados gracias al ejemplo de los que triunfaron antes. ¿Dónde están los que pueden servirle de modelos en su vida? Encontramos recursos en los amigos, la familia, los líderes, las celebridades.

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 Ahora piense en esas metas que ha escrito hoy. Fórmese la imagen de lo que sería usted si hubiera conseguido ya todo lo que hoy ha imaginado.

11. Es muy bonito tener metas diferentes de todas clases, pero aún lo es más el concebir lo que para uno significan todas ellas en conjunto. Vamos a crear nuestro día ideal. ¿Quiénes intervendrían en él? ¿Qué estaría usted haciendo? ¿Cómo comenzaría? ¿Adónde iría? ¿Dónde estaría? Pase revista a todo, desde el momento de levantarse hasta el momento de acostarse. ¿Cuál sería su ambiente? ¿Cómo se sentiría usted en el momento de ir a acostarse al final de una jornada perfecta? Use papel y lápiz y descríbalo en detalle. Recuerde que todos los resultados, acciones y realidades que experimentamos tienen su origen en las creaciones dentro de nuestro cerebro, así que póngase a crear ese día tan anhelado.

12. Diseñe su ambiente perfecto. Voy a pedirle que agudice el sentido de la localización. Deje en libertad su mente. No hay limitaciones. Ponga todo lo que quiera; recuerde que ha de pensar como un rey. Dibuje el ambiente que le ayudaría a revelar lo mejor de sí mismo como persona. ¿Dónde se situaría usted: en la montaña, en el océano, en un despacho? ¿De qué medios se serviría: de una paleta de pintor, de un ordenador, de un teléfono? ¿De qué clase de personas se rodearía para que le ayudarán a conseguir y crear todo cuanto desea en la vida?

Pensar es la tarea más dura que existe; por eso, probablemente, son tan pocos los que se dedican a ella. Henry Ford.

Usted no puede alcanzar su meta si no sabe cuál es. Del presente capítulo debe ser claro por lo menos esto: los resultados son inevitables. Si no suministramos a nuestra mente una programación de los resultados que desea, otros le suministrarán una programación distinta.

Una de las razones de que la mayoría de la gente no triunfe en la vida es que el éxito suele ocultarse tras un volumen importante de trabajo duro.

Es importante también revisar con regularidad nuestras metas. Algunas veces cambiamos, pero nuestras metas siguen siendo las mismas porque no nos hemos parado a pensar si todavía deseamos crear los mismos desenlaces en nuestras vidas. Hay que actualizar sistemáticamente las metas cada pocos meses, y en todo caso una o dos veces al año. Llevar un diario suele ser útil a este efecto, ya que suministra un registro permanente de nuestras metas en cada momento de nuestra vida. También es buena práctica releer el diario para estudiar la evolución de la existencia y en qué sentido ha evolucionado uno mismo. Si vale la pena vivir la vida, también vale la pena dejar constancia de ella.

Haga una lista de las cosas que ya tiene, y que fueron objetivos en otro tiempo: todas las cosas de su día ideal que ya están a su alcance, las actividades y las personas de su vida que más agradece, los recursos que ya dispone. A esto le llamo “el diario de gratitud”.


Gabriel Ortiz G.

Consultor de empresas

consultoria.orp@gmail.com

 

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