En esta columna semanal quiero hablar sobre cómo sería la vida sin los libros, esto es porque el día de hoy por la mañana escuché un podcast que me encanta donde en una hora resumen un libro y lo hacen de manera magistral, este podcast se llama Un libro una hora por si quieren buscarlo en su plataforma favorita.
Nunca he leído el libro de Ray Bradbury titulado Farenheit 451, había escuchado que era bueno pero la verdad me pareció que es una obra maestra por el resumen que escuche, solo les puedo decir que el libro trata sobre que los bomberos no apagan incendios, sino que se dedican a quemar los libros y las casas donde están estos.
Esta totalmente prohibido leer un libro, sensura para cualquier tipo de obra literaria sin importar el género. Esto me recordó la quema de libros por parte de los alemanes por el simple hecho de que hayan sido escritos por judíos.
Creo que en si este libro es un recordatorio de ese tipo de episodios que han ocurrido en nuestra historia y que no debemos olvidar.
También nos recuerda la importancia de las palabras y no podemos ser ajenos a la actualidad dónde se escribe mucho por la comunicación móvil pero no sé le tiene respeto a la ortografía, solo basta con cambiar palabras por emojis y abreviar mucho y mal.
¿Qué sería la vida sin los libros? Tal vez estaríamos sumergidos en un letargo o en un conformismo sin posibilidades de manifestar nuestros sentimientos, o nuestros reclamos y disgusto, así como nuestra imaginación sería olvidada por nosotros mismos al no tener la oportunidad de plasmarla en algo que perdurará después de nuestra propia muerte.
Me cuesta creer que fuera malo el leer libros, porque a pesar de vivir en la era de la tecnología hay millones de personas que prefieren un libro de preferencia en papel, que pasarse horas viendo series en Netflix o en alguna plataforma.
Los libros nos hacen llegar a lugares que tal vez nunca vayamos, la televisión también (incluyendo el cine y todo lo referente a ello). Pero el libro hacer volar la imaginación y sentir realmente que uno está ahí dentro de la trama que está leyendo y eso no pasa con la televisión, el cine o el teatro.
Pronto comprare el libro de Bradbury porque vale la pena leerlo y sumergirse en ese universo que presenta, aunque ya se cómo termina porque me lo contaron en el podcast, estoy lleno de entusiasmo por leer cada palabra escrita en él.
Con esto termino mi columna semanal, les mando un fuerte abrazo y no dejen de leer.
Gabriel Ortiz.
Lector apasionado.
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